En el mes de diciembre pasado en diversos medios de comunicación se anunciaba la compra por parte del reino de Marruecos de 36 helicópteros de ataque “Apache” AH-64E a EEUU y 600 misiles Hellfire, además de diverso material bélico y formación por un valor de más de 4250 millones de dólares. Debido a las fechas navideñas, y a la incertidumbre en España para ver si había acuerdo para la formación de gobierno, no se le está dando importancia al rearme que se están desarrollando los vecinos europeos más cercanos del Magreb, como son Marruecos y Argelia.
En el caso de Marruecos, no es una situación nueva; si echamos la vista atrás, en 2012 el Instituto Nacional de Estudios de Seguridad de Israel ya alertaba de la escalada armamentística del vecino marroquí.
Por señalar unos datos de esa renovación, en 2014 asistimos a la puesta en funcionamiento de la fragata Mohammed VI, como parte de la renovación de su armada, que estaba algo obsoleta. En 2016 por su parte se firman los contratos para la compra de 200 carros de combate Abrams MIAI, además de 1200 misiles contra carro, comprados a Estados Unidos. En 2019 la renovación también llegaba al ejército del aire con la adquisición de 25 nuevos F-16 Block72 de última generación, y la modernización de otros 23 F-16, comprados igualmente a EEUU. Además, Marruecos renovará y actualizará los Mirage F-1 y F-5 franceses, con lo que contará en total con unos 75 aviones de combate de elevadas prestaciones, además de los helicópteros mencionados anteriormente.
En enero de este 2020 Marruecos anunciaba la compra de material bélico a diversas empresas francesas por valor de 400 millones de euros, con diversos contratos: [1] El primer contrato consiste en la compra del obús autopropulsado CAESAR, por valor de 170 millones de euros, y de su munición por 30 millones de euros adicionales. Marruecos adquirirá el armamento del fabricante francés de armas de propiedad estatal Nexter. El segundo contrato se refiere a la adquisición de misiles terrestres VL-Mica del líder mundial en sistemas de misiles MBDA, por un coste de 200 millones de euros.
De 2008 a 2018, Francia vendió a Marruecos un equipo militar por valor de 1.800 millones de euros, incluida una fragata FREMM en 2008 (Grupo Naval) y dos satélites espía en 2013 (Airbus y Thales). Naval Group, un contratista de defensa francés y grupo industrial, proporcionará servicios de mantenimiento para una serie de buques militares marroquíes. También proporcionará mantenimiento a tres corbetas Sigma adquiridas a Schelde holandés en 2011 y 2012, además de fragata multipropósito FREMM adquirida en 2008, así como otros buques. Además, Marruecos tiene planes futuros para adquirir submarinos de TKMS y Grupo Naval. En enero de 2020 Marruecos ha recibido 3 drones de fabricación israelí valorados en 48 millones de dólares, con el objetivo de controlar el extremismo en el Sahara Occidental.[2]
En los últimos años según la revista Forbes, Rabat ha realizado compras de material bélico o ha firmado contratos por valor de 10,000 millones de dólares a Washington. En 2020 su presupuesto de defensa crecerá un 30% respecto a 2019. En 2018, las cifras alcanzaban el 3,2% de su P.I.B. y sus fuerzas armadas contaban con 325.000 soldados. Sin olvidar la reinstauración del Servicio Militar Obligatorio para hombres y mujeres desde el pasado mes de abril.
Por su parte, Argelia, país con el que Marruecos mantiene sus fronteras cerradas más de 20 años, tampoco se queda atrás. Tras la independencia argelina en 1962, en plena Guerra Fría, el régimen cayó hacia el bando soviético, siendo la actual Rusia su principal proveedor de material de guerra, consiguiendo ser la principal potencia bélica del Magreb. Toda la deuda que mantenía con Rusia fue transformada en contratos de industria de defensa. De hecho, es el país de África con mayor presupuesto en Defensa (entre 10,000 y 13000 millones de dólares). En el periodo 2006-2016 ha triplicado su presupuesto de defensa llegando a crear planes de industria bélica propia. Prueba de ello es el decreto 9/19 de la presidencia argelina para crear una industria de defensa propia. Sus fuerzas armadas cuentan con mas de 500,000 soldados.
"Desde los años 90, Argelia es el mayor comprador de la industria militar rusa en la región de Oriente Medio y de África del Norte", según Grigori Lukiánov, experto en Oriente Medio y profesor de la Escuela Superior de Economía de Moscú[3]. En 2017 Argelia recibió 8 aviones Su-30MKI de un total de 14 encargados en 2015. Por otro lado, más recientemente Argelia ha firmado un contrato con Rusia para la compraventa de 16 cazas Su-30MKI(A) y 14 cazas MiG-29M/M2 por un valor de más de 2.000 millones de dólares. El acuerdo, firmado en el marco del Salón Aeroespacial MAKS de 2019, celebrado recientemente en Rusia, prevé también el suministro de equipos y armas adicionales.
Todo esto hace que el país argelino dedique un 5,27% de su PIB al presupuesto de defensa, sustentado en su mayoría por su capacidad de ingresos por sus enormes recursos naturales. Habrá que ver en el caso de que se puedan ver reducidos esos ingresos, como afecta a sus contratos de compra militares en un país con constantes revueltas sociales tras las últimas elecciones presidenciales, teniendo una frágil estabilidad política en estos momentos. A pesar de esta dependencia, Argelia está diversificando la búsqueda de suministradores, adquiriendo barcos de Alemania, China e Italia, helicópteros de Reino Unido y Francia y aviones de España (6 aviones de transporte C-295 en 2006), y EEUU.
Y como tercer vértice de un triángulo imaginario, además de vecino más cercano al otro lado del Mediterráneo, se encuentra España, que debería de empezar a preocuparse por ese rearme al otro lado del Mare Nostrum. España no debe preocuparse tanto por el rearme argelino, sino por el marroquí. Marruecos en estos momentos tiene pretensiones soberanas sobre parte de las aguas de las Islas Canarias. Esta pretensión soberana sobre territorio español ha sido aprobada recientemente por las autoridades de Marruecos.
Sin duda se esta librando una nueva partida de la Guerra Fría, una guerra fría que quizás no se haya acabado o tenga nuevos jugadores como son Estados Unidos y la nueva Rusia, quienes a través de sus empresas de defensa están haciendo que estos países caigan bajo su órbita.
Por estas razones España no debe debilitar sus programas de defensa. Es sabido que a la hora de elegir no es fácil para el político de turno optar por aumentar el gasto en armamento. No es fácil, pero España tiene que mantenerse firme en el propósito de seguir teniendo unas FFAA modernizadas, con equipos de última generación para cumplir su misión dentro y fuera de nuestras fronteras en el marco de los compromisos internacionales adquiridos. Además España tiene que garantizar la soberanía de todo el territorio nacional frente a cualquier ataque externo, tal y como establece la constitución española en su artículo 8.
Como muestra de esta amenaza podemos indicar que en el último informe de Global Firepower Index, de 2020, Marruecos ocupa el puesto 56 (subiendo 5) de 138 países[4], Argelia, ocupa el puesto 28, mientras que España ocupa el puesto 20.[5]
Haciendo caso al sabio refranero español, “cuando las barbas de tu vecino veas cortar, por las tuyas a remojar”. Es necesario que los representantes políticos españoles tengan en cuenta la escalada armamentística que se está desarrollando a poco más de 10 km de sus fronteras.
[1] https://www.moroccoworldnews.com/2020/01/291856/morocco-armament-france/
[2] https://www.moroccoworldnews.com/2020/02/292656/morocco-buys-israeli-drones-to-combat-extremism-in-western-sahara/
[3] https://mundo.sputniknews.com/africa/201909101088645386-para-que-compra-argelia-aeronaves-rusas/
[4] https://www.globalfirepower.com/country-military-strength-detail.asp?country_id=morocco
[5] https://www.globalfirepower.com/
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