LA GUERRA ELECTRÓNICA 4.0; CONCEPTO, ARSENAL, Y ACTORES

GUERRA ELECTRÓNICA; CONCEPTO

La Guerra Electrónica (Guerra Electrónica, por sus siglas en inglés) consiste en emprender una acción que ha de implicar el uso del espectro electromagnético o bien la energía que se usa para controlar dicho espectro; o bien atacar al rival o bien impedir que éste nos ataque. En el presente artículo aprovecharemos para hablar de la Guerra Electrónica desarrollada por la esfera OTAN, particularmente Estados Unidos y sus aliados por un lado; y Rusia y China por el otro lado.

La finalidad de la Guerra Electrónica no es otra que la de negar al enemigo acceso al espectro electromagnético (se trate de la esfera civil o militar) y garantizar el acceso libre y sin impedimentos a nuestro espectro. La Guerra Electrónica se halla presente en las dimensiones aire, mar, tierra y/o espacio mediante sistemas tripulados y no tripulados. Puede estar orientada a alcanzar objetivos tan amplios como seres humanos, comunicaciones, radares o cualquier otro recurso, sea este civil o militar.[1]

La Guerra Electrónica puede tener un doble objetivo: atacar estructuras civiles o militares. Si un actor ataca estructuras civiles puede conseguir paralizar sectores claves y estratégicos necesarios para el funcionamiento correcto de un Estado, como pueden ser el suministro energético o de agua potable, pero también internet, radio, televisión, teléfono, etcétera.

Con un ataque así se consigue un daño económico terrible, pero desde luego también daño psicológico; se ha logrado establecer en la ciudadanía del país bajo ataque atacando la sensación de vulnerabilidad. También se logra mostrar la incapacidad del Estado atacado de proteger estructuras y suministros vitales, generando un espíritu derrotista que le mueva a evitar el conflicto ante un poder tecnológico superior.

Por otro lado, si los objetivos son militares lo que ha de hacer el atacante es dejar “ciego, sordo y confundido” al rival mediante la inutilización del sonar, el radar, sus comunicaciones, el GPS, etcétera. Incluso se puede buscar dejarlo a nuestra merced para desencadenar con el mínimo de daños posibles un ataque convencional sobre los objetivos fijados previamente.

Guerra Electrónica
Signal-Generation Advances Support Electronic Warfare’s Evolution - www.mwrf.com

Ante este escenario la organización del estado atacado quedará absolutamente desestructurada, sin servicios esenciales, sin que pueda existir una comunicación eficiente (por no decir que o totalmente anulada o manipulada) de los dirigentes con sus unidades de combate y de éstas entre sí. Más aún, la capacidad del Estado bajo ataque para utilizar los medios de comunicación de masas e internet para transmitir consignas en un sentido ideológico (nacionalismo, ideología política, religiosa) queda totalmente bloqueada… El resultado es que se forzará a la población a levantarse contra sus dirigentes, rompiendo de esta manera la triada de Clausewitz: ejército-gobierno-sociedad.

La desarticulación de esa triada ya está ampliamente desarrollada en el trabajo de Gene Sharp, que habla de usar una oposición “pacífica” como arma de guerra, a modo de quinta columna. De todos modos, este escenario pone de relevancia también, paradójicamente, a Clausewitz cuando afirma “En abstracto la forma defensiva de la guerra es más fuerte que la ofensiva”. Y se subraya “En abstracto”, porque también el nuevo escenario le da una nueva dimensión a la “ley de los números” del pensador prusiano, pues ahora los números contemplan dimensiones inversas.

La ley de los números establecía que el tamaño de los ejércitos era una variable determinante cuando las demás variables eran constantes (tecnológica, armamento, teoría…), la ley de los números en la guerra antigua favorecía al estado bajo ataque ya que, al estar en su territorio,  podía gestionar más recursos. En la Nueva Ley de los Números que se propone aquí, el número de soldados de los ejércitos es sustituido por un océano de herramientas de guerra como la Guerra Electrónica, la guerra climática, psicológica…

La forma que tome en un futuro cercano la revolución industrial 4.0 y las nuevas fuentes de energía, entre otros multifactores, determinarán cómo puede seguir la senda de lo que quizás sea una nueva revolución militar. Revolución que ha de marchar de la mano de una nueva forma de Estado y de profundas transformaciones políticas y sociales.

GUERRA ELECTRÓNICA; ARSENAL

Desde la invención del radar durante la Segunda Guerra Mundial, el arsenal de la Guerra Electrónica no ha cesado de progresar a pasos agigantados. Hoy en día es un factor decisivo para la victoria. Podemos afirmar que de la misma forma que sin conquistar la superioridad aérea es impensable obtener la victoria, sin la superioridad electrónica es también impensable.

La primera acción hostil en un enfrentamiento pasa siempre por la perturbación y el ataque a los sistemas de detección y comunicaciones del adversario. Las principales medidas que se toman en el comienzo de un conflicto son buscar, interceptar, identificar o ubicar fuentes de señales electromagnéticas con el fin de obtener un reconocimiento inmediato de la amenaza. En cuanto a las contramedidas, es evidente que hay que impedir o reducir la utilización rival del espectro electromagnético.

El diferente arsenal utilizado para realizar la Guerra Electrónica  tiene un lugar y un tiempo diferentes en el escenario de guerra. Hacer un análisis del arsenal de Guerra Electrónica es un paso necesario para preparar la guerra.

http://galaxiamilitar.es
Bombas de Grafito - galaxiamilitar.es

Como primer paso para analizar el arsenal Guerra Electrónica hay que hablar de las clásicas bombas de grafito. Las bombas de grafito son un arma clave en la guerra electrónica. Desde la II Guerra Mundial las infraestructuras energéticas son un objetivo clave. Estas bombas están pensadas para atacar redes eléctricas, desconectando la energía, pero sin provocar la destrucción completa del equipo electrónico o infraestructuras de distribución de energía. Las bombas se usan para entrar en acción en fases iniciales de un ataque con la finalidad de causar el caos o como medida de presión sobre un gobierno y/o su población.

Dichas bombas contienen finas fibras de grafito dentro de un contenedor o cabeza de combate, diseñado para dispersarlas en el aire en forma de nube. Cuando se lanzan sobre una estación de distribución eléctrica los filamentos, que son altamente conductores y muy livianos, flotan en el aire y entran en contacto con cables y terminales eléctricas expuestas provocando múltiples cortocircuitos que hacen saltar los mecanismos de protección de la central, momento en que queda fuera de servicio.

Las bombas de grafito no causan daños permanentes en las estructuras; una vez limpiadas pueden volver a entrar en servicio. Es por eso por lo que se llaman “Soft Bombs” y se incluyen dentro del armamento no letal; Las BLU-114 serían un conocido tipo de bombas de grafito. Se usaron en la I Guerra del Golfo (1991) y en Serbia (1999). Corea del Sur tendría preparada para usar contra su vecino del norte un arma de estas características.

En una segunda etapa de desarrollo vino el pulso electromagnético o EMP (Electromagnetic Pulse), que es otro sistema diseñado para desencadenar reacciones adversas en una red eléctrica, sólo que su origen está en la Guerra Fría. El EMP consiste en un intenso pulso de radiación electromagnética que se genera por la interacción entre una explosión nuclear y la alta atmósfera y que tiene la particularidad de crear intensos campos electromagnéticos en líneas conductoras y otros elementos eléctricos incluso hasta miles de kilómetros. El EMP causa picos de tensión que provocan cortocircuitos y queman los aislantes en elementos de una red eléctrica causando su bloqueo y destruyendo físicamente sus componentes.

Los militares estadounidenses llevan décadas blindando sus propios sistemas contra los pulsos electromagnéticos, algo que no es complicado, aunque sí caro: basta con apantallar los sistemas electrónicos para hacerlos invulnerables. Incluso la electrónica de los aviones de combate norteamericanos está apantallada, por lo que las fuerzas armadas no se verían muy afectadas, aunque la infraestructura civil podría quedar devastada. Se cree que Estados Unidos contaría con armas capaces de causar un EMP sin detonar arma nuclear, quizás basados en generadores de microondas de gran potencia.

En una tercera etapa, y ya dentro del mundo computado vino el ciberataque, que es el sistema de ataque más sibilino, por la dificultad de detección precisa, y por la imposibilidad real de demostrar la auténtica autoría. Las redes eléctricas en los países desarrollados están controladas por sistemas informáticos que son fácilmente manipulables y de fácil acceso desde redes informáticas exteriores, lo que las convierte en un objetivo perfecto para un ataque mediante virus, troyanos o herramientas informáticas al uso.

Guerra Electrónica, arsenal y actores.
Silent Hunter, arma láser anti drones - Firma china Poly Technologies

Dentro del desarrollo Guerra Electrónica actual son de vital importancia las armas láser son armas no-cinéticas, por lo cual tienen costes inferiores a los sistemas cinéticos; las necesidades logísticas son muy inferiores. El coste de cada disparo se reduce al coste de la energía eléctrica requerida por el sistema. Por ejemplo, para derribar un drone se requiere un gasto de alrededor de $30 USD. El mantenimiento y las piezas de repuesto también suponen un gasto reducido.

Recordemos que no cuenta con munición, lo que alivia la carga de trabajo logística y anula el riesgo para los tres operarios que manejan el arma. Al ser un arma electromagnética el desplazamiento del rayo láser se produce a la velocidad de la luz, provocando el efecto prácticamente de inmediato. Además, el haz láser es extremadamente estrecho y preciso, con lo que el riesgo de daños colaterales o el fuego amigo se reduce enormemente. El USS Ponce de la armada estadounidense, que se encuentra en el Golfo Pérsico, está dotado de un cañón de estas características.

Otro tipo de armas modernas en el arsenal Guerra Electrónica son las armas de energía dirigida. La Armada estadounidense ya ha experimentado en un buque con un cañón capaz de generar un campo electromagnético que puede lanzar proyectiles a 185 kilómetros de distancia y con una velocidad siete veces mayor que la del sonido. Las armas de radio frecuencia, como los “drone jammers”, son fusiles de radiofrecuencia que emiten señales que interfieren la transmisión de datos entre el drone y su centro de control. La radiación electromagnética es otra importante herramienta de Guerra Electrónica. Con esta posibilidad se podría destruir todos los sistemas electrónicos de un rival y llevarlo directamente a la Edad de Piedra.

En otro sentido, tendríamos el proyecto CHAMP contra Corea del Norte, que responde a Proyecto de Misiles Avanzados de Microondas de alta potencia de Interferencia Electrónica. El proyecto se basa en proyectiles que emiten ondas de muy alta frecuencia que destruirían los sistemas electrónicos. Los ataques se realizan con equipos militares realizan bombardeos electromagnéticos, y han estado siendo utilizados en Afganistán e Irak para desactivar bombas y drones de fabricación china.

El mísil SPEAR-Guerra Electrónica (Select Precision Effects At Range-Electronic Warfare) se convierte en una “bomba electrónica” contra defensas aéreas. La empresa  MBDA-missile systems está desarrollando una variante de su misil aire-superficie, el SPEAR 3, como un sistema de Guerra Electrónica para perturbar sistemas de defensa aérea. Es el SPEAR-Guerra Electrónica es fruto del encargo del Defence Equipment & Support del Reino Unido, que tenía como finalidad equipar a la RAF para desarrollar misiones SEAD (Supresión de Defensas Aéreas, en inglés).

La tecnología de Guerra Electrónica que se usará es la Digital Radio Frequency Memory (DRFM), un sistema de perturbación y de engaño electrónico. No se ha informado de si contará con cabeza de combate (lo más probable es que así sea) ya que una vez acabe su misión como Guerra Electrónica bastaría con que aprovechase la energía cinética del impacto para causar daños. Quizás el modo de empleo sea el lanzamiento de enjambres (swarm) con un alcance estimado de 130 kilómetros. El evidente parecido de los SPEAR con los Brimstone haría que los SPEAR-Guerra Electrónica se pudieran instalar en la bodega interna del F-35 o armar con tres de ellos por cada soporte alar del Eurofighter Typhoon.

SPEAR-EW
SPEAR-Guerra Electrónica, by MBDA

GUERRA ELECTRÓNICA; ACTORES

En la actualidad hay dos líneas principales para el desarrollo de armas de Guerra Electrónica. La primera se centra en sistemas de armas letales autónomos (drones en todos los ámbitos), que son la base de la futura revolución militar de guerra robotizada. La segunda línea son las armas no letales, como las sónicas. Las líneas de investigación se centran en actores que son organismos afines a los ejércitos que cuentan con abundante financiación, aunque también se encuentran organizaciones de carácter privado investigando en el campo Guerra Electrónica.

Una de las organizaciones más activas en el desarrollo de nuevas armas Guerra Electrónica es DARPA. El Pentágono dota anualmente a la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA) de al menos 3.000 millones de dólares para investigación, desarrollo e innovación de nuevas tecnologías destinadas a uso militar, en especial las relacionadas con el ciberespacio y el espectro electromagnético. Las prioridades de esta agencia pasan ahora mismo por las operaciones informáticas y electrónicas, el ancho de banda, los sistemas no tripulados (tierra, mar, aire y espacio), la gestión de la información, la inteligencia artificial, la biometría, la guerra inalámbrica, las impresoras 3D, la radiación electromagnética y las armas de energía dirigida.

También dentro de EEUU se encuentra IARPA; Actividad de Proyectos de Investigación Avanzados de Inteligencia (IARPA). Bajo la dependencia directa del Director Nacional de Inteligencia, está especializada en: superconductores microelectrónicos; tecnologías avanzadas y alternativas de computación; ciberseguridad; procesamiento de imágenes procedentes de satélites; bioinformática; electromagnetismo; neurociencia, conocimiento del cerebro e inteligencia artificial; radio frecuencias; y vehículos autónomos submarinos.

Hoy en día las grandes potencias militares cuentan en sus arsenales con aviones equipados exclusivamente con sistemas de Guerra Electrónica. Algunos combinan las condiciones de un avión furtivo y caza polivalente de quinta generación con la de la Guerra Electrónica al situar dos pilotos en la cabina con funciones separadas, caso del Chuengdu J-20 de China. En definitiva, contarían con capacidades aéreas de ataque electrónico e interferencia. Lanzarían ciberataques sobre los sistemas de defensa antiaérea y de mando y control rivales.

Chengdu J-20

Por su parte, Rusia está hackeando la señal GPS en todo el mundo mediante el spoofing, que es una técnica de hacking que permite simular ubicaciones GPS falsas. Se habla de miles de casos registrados. Por ejemplo, Noruega se quejó diplomáticamente de que Rusia estaba perturbando su navegación civil mediante estos procedimientos de Guerra Electrónica, haciendo la navegación “inaceptable y peligrosa”. Más aún, en el último año y medio a las fuerzas militares noruegas destinadas en la militarizada península de Kola les han cegado sus señales GPS por lo menos 5 veces, especialmente a los pilotos.

Los ejemplos del uso de Guerra Electrónica en la actualidad son abundantes, aunque poco conocidos. Por ejemplo, en 2014 el Departamento de Estado estadounidense reconoció que la tripulación del destructor USS Donald Cook de última generación quedó seriamente desmoralizada tras su encuentro en el Mar Negro, el 10 de abril, con un cazabombardero ruso Su-24, que no transportaba bombas ni misiles, sino únicamente un contenedor con un sistema de Guerra Electrónica llamado Jibiny.

Varios medios incluso aseguran que 27 marineros estadounidenses solicitaron la baja del servicio tras la experiencia. Al aproximarse al destructor, el sistema Jibiny del Su-24 puso fuera de servicio los radares, circuitos de control, sistemas de transmisión de información, etc. Todo el sistema Aegis  del destructor estadounidense quedó inutilizado. Después de esto, el Su-24 simuló un ataque con misiles contra el USS Donald Cook, que había quedado totalmente ciego y sordo. Y repitió esa acción un total de 12 veces. Cuando el Su-24 se alejó, el USS Donald Cook se dirigió rápidamente a un puerto rumano y no volvió a acercarse a aguas rusas.

Borisoglebsk-2

El complejo industrial militar ruso está inmerso en el diseño de distintos dispositivos y sistemas, aparte de Jibiny. Las Tropas Aerotransportadas rusas han se han empezado a equipar con el sistema Infauna. Este sistema encuentra y aísla la comunicación por radio en bandas HF y VHF del espectro electromagnético, inutilizando todo tipo de armas que requieran de un control a distancia mediante frecuencias.

Otro importante proyecto Guerra Electrónica es el dispositivo Lesochek, que desempeña las mismas funciones que Infauna, pero es mucho más compacto: se puede llevar en una mochila o en un pequeño maletín. Con este sistema resulta muy cómodo acudir a importantes reuniones, evitando con este equipo que los más avanzados servicios de inteligencia logren espiar ni una palabra de lo que se discute en esos encuentros.

La actividad rusa de desarrollo Guerra Electrónica da la misma importancia a la defensa como al ataque, por ello desarrollan sistemas como el Borisoglebsk-2, que es la base de la protección electrónica de las comunicaciones del ejército de Rusia. Este sistema tiene un control automático y cuatro  tipos de interferencias de radio para rastrear e inutilizar las fuentes activas de comunicaciones. Un sistema de un uso doble es el que utiliza el dispositivo Zhítel, que localiza y bloquea teléfonos satelitales y celulares, así como sistemas de navegación GPS. Su eficacia quedó demostrada durante el conflicto en Osetia del Sur, donde consiguió desorientar a los vehículos georgianos no tripulados.

El reequipamiento de las fuerzas estratégicas de Rusia con nuevos medios de Guerra Electrónica avanza a ritmos vertiginosos, lo cual lleva a una reflexión sobre la complejidad y la velocidad del desarrollo que los actores aplican a la Guerra Electrónica: el primer país que desarrolle la tecnología cuántica tendrá una ventaja absoluta en la Guerra Electrónica. Las comunicaciones cuánticas son totalmente seguras, el radar cuántico puede ver lo invisible, y su criptografía es inviolable.

[1] El lector interesado puede consultar el siguiente documento: https://fas.org/irp/doddir/dod/jp3-13-1.pdf

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Un comentario sobre «LA GUERRA ELECTRÓNICA 4.0; CONCEPTO, ARSENAL, Y ACTORES»

  1. Muy buen Post. Conocía de la Guerra Electrónica pero no sabía que su importancia era tan importante.
    He visto que eres historiador Militar yo voy por segundo de Historia y me ha interesado mucho este tema un abrazo

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