¿UN CONFLICTO GLOBAL? VOLUNTAD DE PELEAR UNA GUERRA ENTRE GRANDES PODERES

Estamos ante un mundo cambiante y que además lo hace cada vez a una mayor velocidad, donde los factores polemológicos se concentran sobre escenarios muy sensibles, tanto geográficos como de elementos de proyección de poder (tecnología, control de minerales estratégicos, accesos a reservas fundamentales), además de la puesta en cuestión del modelo que se construyó después de la II Guerra Mundial y que parecía llamado a transformarse para autores como Fukuyama en los años 90 del pasado siglo XX en un modelo de paz y unipolar.

Por eso ya es frecuente en algunos análisis hablar del siguiente conflicto de grandes potencias. Aún así, muchos analistas y planificadores esperan que dicho conflicto se mantenga en la llamada “zona gris” o en el ciberespacio. De este conflicto ya vemos trazos cada vez más claros en escenarios como el Caribe, la región MENA, Europa, Asia-Pacífico-Índico, América, el Ártico y la región antártica… incluso la dimensión espacial. Pero también debemos recordar lo que Shaun Riordan afirma en su libro Cyberdiplomacy: Managing Security and Governance Online, y es que el ciberespacio es cada vez algo tan serio como para dejárselo a los técnicos, que acaban por ejercer una gran influencia, cada vez mayor, en materias como seguridad, defensa y geopolítica, y de los que la tecnología disruptiva del 5G y todo aquello que llamamos Internet de las cosas y la revolución industrial 4.0. De todo ello China se ha dado más prisa en comprender la dimensión de la cuestión, y como prueba las delegaciones chinas en las reuniones que servirían para tratar de fijar los nuevos estándares industriales para el 5G han dado prueba de ello. Estos conflictos del ciberespacio son cada vez más políticos y geopolíticos, y abarcan la ciberseguridad, el ciberconflicto y la gobernanza de Internet. También en el ciberespacio se muestra la tendencia a que la relativa hegemonía de Estados Unidos tenga tendencia a disminuir, ascendiendo un mundo multipolar y en conflicto con una manifestación de una lucha entre grandes poderes. De todos estos aspectos ya se han hablado en esta misma plataforma y el lector interesado podrá hallar motivo de reflexión y análisis[1].

Todo ello podría hacernos pensar que un “cisne negro”[2] podría estar sobrevolando sobre nuestras cabezas. Es por eso por lo que el ensayo de Emma Moore, Attrition and the Will to Fight a Great Power War es una lectura relevante y de gran interés en cuanto a la perspectiva norteamericana en el momento actual ante la voluntad de luchar en un conflicto de dichas características.

Para Emma Moore[3] es probable que los líderes políticos sigan ante estos desafíos las líneas de Franklin D. Roosevelt, y para ello recuerda que el mayor factor de motivación para la población norteamericana es la correcto y clara identificación del que podrían identificar como su contendiente, agresor o enemigo. Señala también la autora con mucho acierto que la confianza de la nación en los organismos gubernamentales presenta una tendencia a la baja y es históricamente baja, señalando el contraste con el estudiado discurso que el presidente Roosevelt dio tras Pearl Harbor para lograr el apoyo de la opinión pública para entrar en guerra con las potencias del Eje. También el uso del fake, e incluso del deepfake, hace que todas las poblaciones civiles vean que el discurso de acción descendente, del poder hacia los ciudadanos sea cada vez más fácil de confundir, oscurecer, condicionar o sabotear.

Si se señala a China Emma Moore estima que la implicación de la OTAN y los aliados de Europa en general en un escenario como el Indo-Pacífico quedaría más matizado por no hablar de ciertas reticencias, pudiéndose encontrar con el apoyo más probable de Australia[4]. Y debe contemplarse los vínculos económicos e incluso tecnológicos que China tiene con otras naciones y la política regional en la región de Indo-Pacífico para ver realmente quiénes estarían dispuestos y tendrían la auténtica capacidad para hacer la guerra a China en un escenario como el propuesto.

También señala la autora que, quizás las últimas acciones emprendidas por el presidente Trump podrían llevar a dudar a algunos aliados a entrar en un conflicto de estas características, además de los escenarios dejados en Irak y Afganistán.

Una referencia constante en la autora a lo largo de su aportación es el documento elaborado por Michael McNerney et al., National Will to Fight: Why Some States Keep Fighting and Others Don’t, para la RAND Corporation, y que el lector interesado puede leer con atención.


BIBLIOGRAFÍA

Emma Moore, Attrition and the Will to Fight a Great Power War, STRATEGIC STUDIES QUARTERLY, WINTER 2019, 10 to 17.

https://www.airuniversity.af.edu/Portals/10/SSQ/documents/Volume-13_Issue-4/Moore.pdf

Michael McNerney et al., National Will to Fight: Why Some States Keep Fighting and Others Don’t (Santa Monica, Ca: RAND Corporation, 2018). VER: https://www.rand.org/pubs/research_reports/RR2477.html

Nassim Nicholas Taleb, Black Swan: The Impact of the Highly Improbable, Penguin, 2008.

Shaun Riordan, Cyberdiplomacy: Managing Security and Governance Online, Polity Press, 2019.


[1] http://217.160.131.45/plesk-site-preview/quixoteglobe.com/https/217.160.131.45/es/las-redes-sociales-como-herramienta-de-guerra/

http://217.160.131.45/plesk-site-preview/quixoteglobe.com/https/217.160.131.45/es/guerra-comercial-dilema-de-malacca-y-protestas-en-hong-kong/

http://217.160.131.45/plesk-site-preview/quixoteglobe.com/https/217.160.131.45/es/la-guerra-electronica-concepto-arsenal-y-actores/

http://217.160.131.45/plesk-site-preview/quixoteglobe.com/https/217.160.131.45/es/la_guerra_por_la_mente_publica_propaganda/

http://217.160.131.45/plesk-site-preview/quixoteglobe.com/https/217.160.131.45/es/gen-sharp-and-the-fake-grassroots/

[2] El cisne negro, de Nassim Nicholas Taleb, nos recuerda que a veces un suceso que consideramos improbable, con unas consecuencias de gran importancia, y cuyas explicaciones que se puedan dar a posteriori no tienen en cuenta una serie de efectos aleatorios y con una cadena de consecuencias y reacciones. Lo que se trataría posteriormente sería de buscar la forma de que encaje lo imprevisible en una explicación lógica perfecta. La I Guerra Mundial, el 11-S o el éxito de Google podrían citarse como ejemplos.

[3] https://www.airuniversity.af.edu/Portals/10/SSQ/documents/Volume-13_Issue-4/Moore.pdf

[4] http://217.160.131.45/plesk-site-preview/quixoteglobe.com/https/217.160.131.45/es/australia-geopolitica-en-el-indo-pacifico-escenario/

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