En general, India ha sido uno de los países más golpeados por la crisis sanitaria provocada por el COVID-19, se han reportado más de noventa mil casos por semana sumando más de cinco millones de positivos confirmados. Los números son alarmantes, pero de la misma manera que India es uno de los países más golpeados por el COVID, es el país que mayor índice de recuperación tiene. Analizando los datos mundiales y en comparación con Estados Unidos, en septiembre el país asiático cuenta con el 17,7% de infecciones globales, mientras el país americano cuenta con el 22,4%. De entre los contagios India cuenta con un 19,5% de recuperados, mientras EEUU cuenta con un 18,6%. Evidentemente la dimensión entre ambos países es sustancial, ya que el país americano posee alrededor de ¼ de la población que alberga el país asiático. En la misma línea India ha conseguido que el número de muertes por millones de habitantes sea de las más bajas del mundo. India tiene una población de más de mil trescientos millones de habitantes, gestionar una crisis de la gravedad del COVID en un país con una población disgregada por todo su territorio ha requerido el uso de técnicas diferentes a otros países. La disgregación de la población en el territorio ha sido una diferencia fundamental con China, país de un nivel de población similar, pero donde la población está más concentrada en el este del país. Controlar una pandemia sin la posibilidad de concentrar recursos en los grandes hospitales de las grandes ciudades ha requerido de medidas sanitarias estrictas, pero no se han aplicado como en otros países. Al igual que muchos otros países India ha establecido un confinamiento para la población, esto es, para los más de mil trescientos millones de habitantes, pero evidentemente no hay fuerzas de seguridad en el mundo que puedan controlar que se cumpla el confinamiento sanitario de tal volumen de población en tan amplio territorio.
La imposibilidad de imponer un confinamiento mediante el uso de la coerción es lo que ha llevado a su gobierno a utilizar las técnicas de las Ciencias Sociales que analizan como gestionar el comportamiento de los individuos. Como otros gobiernos, en la India se ha intentado no solo implementar medias sanitarias, sino comportamientos higiénicos en la población, y lo han conseguido mediante la convicción de la población. Para ello han usado técnicas conocidas como la nudge theory, o teoría del empujoncito, que tiene sus raíces en la economía, pero que se usa para inducir comportamientos sociales dentro del ámbito gubernamental. La teoría fue diseñada por el economista Richard Thaler y el politólogo Cass Sunstein, y analizaba la manera en que las personas piensan y procesan la información para tomar decisiones. Mientras muchos gobiernos del mundo han impuesto draconianas medidas restrictivas, India ha buscado la manera de que la población asuma la práctica de las medidas sanitarias. El poder político se ha centrado no en la coerción, sino en la comprensión. Han conseguido transmitir a la población la gravedad de la situación con el fin de conseguir cambios en el comportamiento. Uno de los principales elementos a la hora de conseguir la comprensión ha sido proveer a la población de la información necesaria para evaluar los beneficios de los cambios de comportamiento.
Un estudio que ha usado inteligencia artificial para analizar la información provista por el gobierno desde enero ha encontrado evidencias de cómo el uso de esta técnica ha permitido contrarrestar el azote de la pandemia de una manera que habría sido imposible con medidas coercitivas. Entre las medidas se encontraban proponer evaluaciones sobre los peligros de viajar a zonas de riesgo o formar parte de aglomeraciones de gente. Era la propia población la que evaluaba los datos y decidía personalmente asumir medidas de seguridad. Debido al tamaño del país, junto a la diversidad y disgregación de la población era imposible imponer medidas restrictivas. Pero se ha visto que utilizar el conocimiento de la psicología social induciendo a la población a comportamientos aceptados y comprendidos por todos ha funcionado. Desde el gobierno se ha propuesto encarecidamente el estudio desde casa, por lo que han publicitado masivamente el uso de la biblioteca digital de la India, por otro lado, se ha procurado que la población se mantuviera en casa mediante la emisión de series y películas de los años 80s, ya que estas evocaban nostalgia e invitaban a la población a quedarse en casa para verlas. Como no podía ser de otra manera en India, también se han creado clases de yoga online para que la población pudiese practicar en casa.
Las medidas propuestas por el primer ministro de la India han creado una sensación de comunidad en la población india, lo que les ha permitido llevar de una manera más sosegada el confinamiento. Todo ello gracias a la aplicación de políticas púbicas basada en el conocimiento de la ciencia social. El gobierno ha mostrado a la población los datos sobre la pandemia, por otro lado ha analizado la estructura psicológica de la población y ha puesto a su disposición elementos telemáticos que les permitían desarrollar sus labores en casa, al mismo tiempo que podían disfrutar de una emotividad familiar disfrutando de contenido mediático que reforzaba su cultura compartida.
Uno de los frentes más complejos que ha tenido el país para luchar contra la pandemia ha sido Cachemira, la región fronteriza que durante más de medio siglo ha sido privada del gobierno efectivo de Deli, dejando la región abandonada en infraestructuras y seguridad. La región ha pasado de nuevo a formar parte de India hace aproximadamente un año, y el gobierno no ha dudado en tomar medidas inmediatas para conseguir frenar la pandemia en la región. India ha abierto en Cachemira más de 17 hospitales especializados en el tratamiento de COVID, que suman sesenta mil camas hospitalarias, de las cuales veinte mil son exclusivas para UCI. Se han realizado casi cincuenta mil pruebas por millón de habitante en el área, aparte se han destinado cuarenta millones de euros para paliar los daños económicos. Una de las medidas que más ha costado adoptar a los gobiernos mundiales ha sido la repatriación de sus nacionales trabajando en el extranjero, o la reubicación de sus ciudadanos trabajando en otras regiones. Hemos visto como esto ha supuesto graves conflictos internacionales entre estados, así como intra-nacionales entre gobiernos regionales. India ha asumido que era de primera necesidad el que cada individuo pudiese volver a su lugar de residencia fija, por lo que el gobierno se ha preocupado de poder devolver a doscientos cincuenta mil residentes que trabajaban fuera de la región.
Los datos brutos sobre la pandemia en India no permiten ver los resultados netos de las medidas adoptadas por su gobierno. La gestión social de la crisis sanitaria mediante medidas que afectaban a la toma individual de decisiones ha sido una jugaba maestra por parte de una administración que ha sabido analizar y aplicar las técnicas de gobierno del futuro, donde ha de ser la propia población la que sepa adoptar las medidas que más le convengan en base al análisis de la información de que dispone. Las medidas coercitivas y represivas que se han adoptado en múltiples países han dejar paso a las medidas consensuadas entre el poder político y la población.
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Me ha parecido muy interesante y ejemplarizante, debería de difundirse mas este modelo no solo de tratamiento, sino de actuación de los gobiernos para luchar contra la pandemia, esto solo lo saben hacer sociedades preparadas para estar continuamente superándose cuando se ven amenazadas.